La matriz extracelular y su regulación
La matriz extracelular
La
vida de un organismo pluricelular evolucionado está estrechamente
relacionada con la tríada representada por los capilares, la matriz
extracelular o sustancia fundamental y las células. Una célula es capaz
de funcionar sólo en el medio que la rodea: el espacio extracelular
estructurado.
Contrariamente al punto de vista de la patología celular
que predomina habitualmente, no es conceptualmente factible separar de
modo artificial las funciones de las células del medio que las rodea.
Cuando esto se plantea de este modo, la célula se convierte en una
abstracción, en un modelo. Además, en los casos en los que están
involucrados los pacientes actuales, este punto de vista tan poco
natural separa su enfermedad de su individualidad, y haciendo un
análisis final, sólo permite una terapia del modelo de una enfermedad.
Los resultados de este desafortunado punto de vista se han puesto de
manifiesto, de modo especial, con los infructuosos intentos que se
realizan habitualmente en la terapia de tumores y enfermedades
crónicas.
Cada célula está íntimamente unida a su espacio extracelular. El espacio extracelular únicamente permite la existencia de procesos metabólicos que afectan a la célula y, sólo como resultado de tales procesos, puede ser activo el material genético del núcleo celular. El espacio extracelular proporciona un tamiz molecular entre la célula y los capilares próximos a ella (capilares sanguíneos y linfáticos). Las sustancias que estructuran la matriz extracelular forman una red de complejos de carbohidratos de alta polimerización: carbohidratos unidos a proteínas (proteoglicanos -PGs-), así como carbohidratos no unidos a proteínas (glicosaminoglicanos -GAGs-) (Fig. 1).
En esta red se incluyen las glicoproteínas estructurales (colágeno, elastina), así como glicoproteinas entrelazadas (como, por ejemplo, la fibronectina y la laminina). También está presente el espectro completo de las células del tejido conectivo: fibroblastos, fibrocitos, miocitos, macrófagos, linfocitos y granulocitos. Como las fibras nerviosas del sistema nervioso autónomo terminan en la sustancia fundamental, existe una conexión directa con el sistema nervioso central y con el cerebro, así como con el sistema de las glándulas endocrinas a través de los capilares (Fig. 1). A su vez, el sistema nervioso central y el hormonal están interrelacionados en el tronco cerebral y, consecuentemente, estos elementos forman parte de la estructura de un sistema fundamental que está sujeto a funciones de control locales y centrales: lo que se conoce con el término de regulación fundamental *.
La rápida capacidad de reacción característica de los fibroblastos es particularmente significativa para el sistema de regulación fundamental. Este tipo de célula es capaz de responder de manera efectiva a toda la información que entra en el sistema de regulación, por ejemplo, a través de neurotransmisores y neuropéptidos, sustancias que actúan como mensajeros celulares (linfoquinas, citoquinas, prostaglandinas, leucotrienos y muchas otras), hormonas, metabolitos y catabolitos.
Las respuestas de los fibroblastos están altamente adaptadas a la situación particular que exista, respondiendo a todas las informaciones con una apropiada síntesis de todos los componentes de la matriz extracelular mencionados. En estas funciones, los fibroblastos no diferencian entre lo "bueno y malo". De hecho, esta síntesis está adaptada efectivamente en su respuesta a las particulares cargas impuestas en el sistema fundamental a partir de fuentes no fisiológicas, bien de origen exógeno (toxinas ambientales, como metales pesados) o bien a partir de una intoxicación endógena (por ejemplo, malnutrición).
Dichas toxinas (que generalmente se conocen con el término de «homotoxinas»), junto con la síntesis de fibroblastos, acaban alterando la sustancia fundamental que se torna perjudicial para el organismo. Si la exposición a esta carga tóxica continúa durante un largo período de tiempo, las propiedades patológicamente modificadas del tamiz molecular de la sustancia fundamental ocasionarán progresivamente un corte en los procesos metabólicos normofisiológicos. Esta evolución conducirá sucesivamente a alteraciones en la reactividad genéticamente controlada de las células asociadas las cuales están relacionadas entre sí por la sustancia fundamental a través de una película superficial de carbohidratos (Fig. 1). Por consiguiente, aparece el peligro del desarrollo de enfermedades crónicas y de tumores.
Del mismo modo, pueden observarse los efectos de vicariación, bien
conocidos por la homotoxicología, es decir, pueden aparecer,
secuencialmente y como resultado de las alteraciones tisulares,
distintas enfermedades.
- Sustancia fundamental (matriz extracelular) = Red de glicoproteínas estructurales de PG/GAGs y formación de redes de glicoproteínas.
- Sistema fundamental = Sustancia fundamental junto con los componentes celulares, humorales y nerviosos.
- Regulación fundamental = Posibilidades de regulación local para el sistema fundamental junto con los sistemas de regulación neurohormonales.
Características de los complejos de glicoproteínas de alta polimerización existentes en la matriz extracelular: PG/GAGs
Las
funciones llevadas a cabo por el sistema fundamental, en su papel
intermediario entre la microcirculación y las funciones de las
organelas celulares, están esencialmente determinadas por las
características de los PG/GAGs. Estos complejos son capaces de
polimerizarse y despolimerizarse y pueden formar un anillo de cierre.
Como resultado de estos procesos, se crea un sistema de túnel en el que
pueden llevarse a cabo fenómenos de complexación huésped-hospedador: en
el interior de estos túneles, las sustancias lipofílicas e
hidrofóbicas pueden ser transportadas simultáneamente hacia la pared
exterior del túnel, a la vez que son enlazadas con sustancias
hidrofílicas. Como resultado de sus cargas negativas, son capaces de
formar enlaces con agua y de efectuar un intercambio iónico. Estas
características de los PG/GAGs juegan un papel esencial en los
importantes estados de isoionia, isoosmia e isotonía que prevalecen en
el organismo; es decir, la homeostasis depende de la composición y de la
vida media biológica de los PG/GAGs en la matriz.
Sin embargo, el grado de polimerización y la vida media de los PG/GAGs puede experimentar importantes cambios como resultado de enlaces con iones de metales pesados (especialmente mercurio, plomo y cadmio), complejos antígeno - anticuerpo, proteínas defectuosas (por ejemplo, monóxido de carbono / hemoglobina), colesterol, ácido úrico y, en general, con todas las sustancias que pueden tener la denominación de homotoxinas.
En las etapas iniciales de tales procesos, en condiciones normales, las sustancias tóxicas son interceptadas eficazmente y se activan las funciones de defensa del organismo. Sin embargo, en casos de cargas tóxicas crónicas y/o deficiencias de la resistencia, el organismo no puede eliminar completamente estas toxinas y el paciente corre el peligro de contraer un amplio espectro de enfermedades.
Utilizando los conceptos y la terminología de la homotoxicología, podemos resumir este proceso de la siguiente manera: la enfermedad pasa de la fase de impregnación del sistema fundamental a la fase de degeneración.
Particularmente, como consecuencia del aumento de la esperanza de vida en Europa y Norteamérica, el estado de la matriz extracelular ha adquirido cada vez mayor importancia, debido a su papel esencial en el desarrollo de enfermedades crónicas y tumores en las personas de mayor edad.
En este contexto, el fenómeno de la glicosilación no enzimática ha adquirido una importancia fundamental en el proceso de envejecimiento. Las alteraciones en la utilización de la glucosa, que se producen con mayor frecuencia en la edad avanzada y que se asocian a una disminución de los receptores celulares de la insulina y/o a una deficiencia de insulina, conducen a una amplia variedad de enlaces entre glucosa y homotoxinas y todos los componentes de la matriz extracelular (PGs, GAGs, colágeno, elastina, mielina de las fibras nerviosas, así como membranas celulares), además de producirse una polimerización patológica y procesos de reticulación. La sustancia fundamental está por tanto involucrada dentro del círculo vicioso de la formación de una estructura patológica, con las correspondientes reacciones patológicas de las células implicadas (Heine, 1992).
Figura 1. Matriz extracelular
Relaciones recíprocas (flechas) entre capilares (8), sustancia fundamental [PG/GAGs y glicoproteirias (1)], colágeno (2), elastina (3), células del tejido conectivo [mastocitos (4), células de defensa (5), fibrocitos (6)], axones terminales autonómicos (7) y células del parénquima orgánico (10). Membrana basal (9).El
fibrocito (6) representa el centro de regulación de la sustancia
fundamental. Este es el único tipo celular en retroalimentación con
todos los componentes celulares y nerviosos, capaz de sintetizar la
sustancia fundamental que se adapta eficazmente a las circunstancias que
prevalecen habitualmente. Los mediadores primarios y los
filtros de información son los PG/GAGs, las glicoproteínas
estructurales, así como la película de carbohidratos de la superficie
celular (glicocálix: línea de puntos en todas las células, colágeno y
elastina).
Significado de la leucocitólisis fisiológica para la regulación de la matriz extracelular
Es en este punto donde el principio de la terapia biológica (en el sentido de aplicar una estimulación para ayudar al organismo a ayudarse a si mismo) se torna aparente de forma especialmente lógica. Se ha estimado que, en circunstancias normales, aproximadamente 1,2 millones de leucocitos experimentan lisis cada segundo en los espacios intra y extravasculares del organismo humano. Por tanto, el principio de la acción terapéutica de la medicación biológica reside en su capacidad de estimular la leucocitólisis fisiológica o, en los casos en que ya existe un nivel alto de citólisis debido a estados de enfermedad, en ajustar los procesos de leucocitólisis a un nivel más próximo al normal.
Una característica importante de la terapia con medicación biológica es el no producir una estimulación o atenuación de la leucocitólisis una vez que se han alcanzado los valores normales. Dicho de otro modo, una sobremedicación en estas circunstancias es difícilmente posible con los medicamentos biológicos.
Sin embargo, un requisito previo y clave para el éxito de un tratamiento de esta naturaleza es, básicamente, que el sistema fundamental debe tener capacidad de regulación terapéutica. La confirmación de esta posibilidad se obtiene a través de tests que incluyen biorritmos, por ejemplo, nivel sérico de hormonas, inmunoglobulinas y electrolitos. Después de todo, son ritmos que hacen posible que los procesos físicos, anímicos y mentales del organismo se desarrollen y mantengan. En este sentido, los procesos rítmicos representan el propio fundamento de la identidad del hombre individual. Por ello, la pérdida del ritmo siempre supone una pérdida de identidad: una situación que puede ser observada en pacientes cancerosos que reciben quimioterapia. Por otra parte, cualquier terapia que pueda mantener o recuperar efectivamente las propias funciones rítmicas del paciente, probará ser la más adecuada.
Bases de la Terapia Neural. La patología relacional de Ricker
Bases de la Terapia Neural según Huneke
La patología relacional de Ricker
Gustav Ricker (1870-1948) fue
director del instituto de patología en Magdeburg entre 1906 y 1933. En
su tiempo elaboró directrices novedosas para la medicina y que hasta la
fecha no han encontrado el reconocimiento que se les merece.
Ricker
fue siempre un tipo particularmente individualista, nunca formo parte
de la asociación de patólogos. La ideología científica llamada
Nervimismo, con orígenes en Rusia, no fue aceptada por la medicina
occidental y no encontró acogida en la enseñanza médica. Una secuela de
esta evolución es la falta de conocimientos del sistema nervioso
vegetativo en el total de la medicina occidental, especialmente en la
neurología.
En su devenir profesional, Ricker
estudió primero filosofía y después medicina, especializándose en
patología. Con su pretensión de entender y practicar la patología como
ciencia natural, se ganó muchas envidias y críticas en esa época
posterior a Virchow, sobretodo porque Ricker discutía intensamente con
las bases de la patología celular y era uno de los críticos más severos
pero también más constructivos de Virchow, una situación bastante
impensable para esa época.
Los trabajos de Ricker
en patología son en la época actual de la Biocibernética de suma
importancia, ya que los resultados de su experimentación animal muy
precisa, hasta la fecha no han sido refutados y sobre todo su
experimentación con el sistema nervioso vegetativo en esta forma es
única en el mundo. La unión entre la patología clásica y la
experimentación según Ricker es la premisa para entender científicamente
a la patología y abre nuevas dimensiones en el diagnóstico y la
terapéutica de toda la medicina.
La patología
relacional de Ricker nace antes que la TN de los hermanos Huneke. Esta
terapia se basa en la experiencia acumulada con el uso de los
anestésicos locales (A.L.). La patología relacional de Ricker es la base
científica de la TN que se le adelantó en el tiempo, así como la TN es
la consecuencia médica pragmática y lógica de la patología relacional.
La patología experimental de Ricker
El
término patología relacional asombrosamente no se encuentra en los
diccionarios médicos y, en encuestas mías en institutos patológicos de
universidades alemanas, es igualmente desconocido.
Patología es la enseñanza de las enfermedades sobre todo su génesis y los cambios orgánicos anatómicos provocados.
Esta
definición está en función de la patología celular de Virchow que hasta
la fecha es el paradigma de la medicina occidental. Para hacer más
claro el término patología relacional quiero citar a Ricker de su libro
de texto para por un lado aclarar su posición con relación a la
patología celular y por el otro aclarar la definición del término
patología relacional.
La base de la patología
celular, de que la célula alcanzada por un estímulo funciona por sí
sola, se alimenta y multiplica por sí sola, es un principio que tuvo
como consecuencia el descuido del comportamiento de la sangre y del
sistema nervioso. Anteponemos la concepción basada en la
observación (y que puede ser ampliada) de que todos los múltiples
procesos celulares y tisulares tienen relación causal con la sangre, los
capilares y el demás sistema nervioso, de los cuales los nervales de
acuerdo al tiempo y no por jerarquía son los primeros que de acuerdo al
tipo de proceso celular producen cursos diferentes y que producen
cambios macro y microscópicos. (Ricker 1924)
La
existencia de la célula per sé no es sitio de la función de la vida si
no el sustrato en el cual se llevan a cabo aquellas funciones, que
dependiendo del estímulo de diferentes tipos al vegetativo y sus
consecuencias en los vasos sanguíneos a través del intersticio. La vida
es respuesta a estímulos. Para esto conocemos un sistema nervioso, que su labor específica es llevar el estímulo a parénquimas para transformarlo en trabajo celular específico.
La
patología relacional de Ricker es la continuación de la patología
celular de Virchow que demanda de una forma funcional y totalista de
pensar para permitir sistematizar el desarrollo de la enfermedad
individual. Con esto se hace posible un tratamiento causal en las
numerosas enfermedades idiopáticas así como también respetar la
individualidad de un proceso patológico. Con este concepto científico se
posibilita una etiología realista y un diagnóstico preciso que en forma
entendible explican las relaciones causales de una enfermedad.
La
relación entre estímulo, vegetativo, vasos sanguíneos, sangre,
intersticio y parénquimas orgánicos es el complemento al paradigma
clásico de la patología celular.
La
experimentación de Ricker consistió en la observación microscópica,
duradera, hasta por días, de los vasos, sobre todo los capilares, el
intersticio, así como las células parenquimatosas que en forma
reproducible repetían reacciones comparables, lo que le permitió
establecer las etapas o leyes de este proceso.
Los
cambios celulares correspondían exactamente a los hallazgos
microscópicos que conocían los patólogos celulares. Con esto Ricker pudo
demostrar el devenir desde el estímulo hasta el hallazgo patológico y
demostrar que el estímulo no afecta o actúa directamente en la célula si
no que, vía sistema nervioso, el estímulo acaba llevando al hallazgo
patológico.
El sistema nervioso vegetativo
Diferenciamos
simpático (S) y parasimpático (PS), que en su función singular trabajan
como antagonistas pero desde una perspectiva total del organismo, son
sinérgicos. Esto se entiende ya que en muchas áreas funciona el S como
nervio de acción, ergotropo, y el PS como nervio de recuperación,
trofotropo. Los neurotransmisores decisivos para el simpático es la
adrenalina y para el parasimpático la acetilcolina. Estas dos partes
vegetativas, S y PS, están en dependencia anatómica y funcional en la
periferia a través del sistema básico de regulación, más proximal en
plexos (p.ej. plexo pélvico), ganglionar por el ganglio celíaco, el
ganglio supremo a través del nervio yugular, así como central a través
de los centros vegetativos en el hipotálamo. Para la función del
vegetativo se necesita una parte eferente que recibe al estímulo central
y la conduce a la periferia (vasoconstricción VC, vasodilatación VD), y
una parte aferente que retroalimenta desde la periferia la situación
momentánea del tejido. Este arco se conoce anatómicamente. El recorrido
de las fibras vegetativas va con vasos y nervios espinales. Una
particularidad descrita por Ricker y comprobada por Mounier es la
actividad del PS en los vasos. Esta actividad consta de la VD activa,
que es mayor a la lograda por la VD por simpaticolisis mediada por
acetilcolina y que en el resultado da una hiperemia de importancia
decisiva para el crecimiento orgánico y la regeneración. Otra
observación concerniente al vegetativo es que la irritabilidad de fibras vegetativas aumenta de central a la periférico.
El mismo estímulo produce a nivel periférico más irritación que a nivel
proximal central, con todas las consecuencias en vasos, velocidad de
flujo del intersticio y del parénquima.
Con el
microscopio se pueden hacer observaciones detalladas desde los vasos
hasta el parénquima. En estados de normalidad se observan cambios
cíclicos cortos en el terreno capilar entre hiperemias y isquemias con
aumento y disminución del flujo sanguíneo. Este fenómeno se basa en
estímulos pulsantes fisiológicos cambiantes entre VD y VC. Estos ciclos
con aumento y disminución de la irrigación en reposo son fisiológicos en
un organismo funcionalmente normal sin situaciones de sobrecarga.
Los
estímulos fisiológicos y el estado de irritación secundario del
vegetativo como ejemplo en el trabajo muscular o la absorción de
alimentos los que producen aumento del neurovegetativo con un aumento en
la dilatación con la consecuente mayor perfusión, así como la hiperemia
prevaleciente con hiperplasia ósea y aumento del número de células.
Como ejemplo mencionamos el proceso del aumento de la masa muscular en
deportistas con el resultado de mayor fuerza. Esta forma conocida de la
hiperplasia orgánica por repeticiones de carga continua está atada a la
cadena funcional estímulo « irritación del vegetativo « dilatación del
segmento específico vascular « aumento en la velocidad de perfusión «
aumento del intercambio metabólico con el intersticio. El leve estímulo que lleva al crecimiento orgánico no actúa sobre el órgano sino a través del vegetativo. Con toda intención no hablo del S, sino del PS ya que es el responsable de la VD activa.
Ricker
diferencia entre la hiperplasia con superfunción, como en éste ejemplo
de la musculatura, y de la hiperplasia sin superfunción, como sucede en
la hiperplasia de la glándula mamaria en la pubertad o en el crecimiento
de un hueso después de una fractura en la fase de crecimiento.
La hipoplasia verdadera
no es solamente el simple contrario de la hiperplasia en relación al
estado de irritación del S perivasal junto a la atrofia que se presenta
en ancianos en diferentes órganos y sus funciones. La hipoplasia según
los experimentos de Ricker siempre está atada a una disminución de la respuesta del vegetativo
con una consecuente disminución de la perfusión tisular por disminución
de la velocidad de flujo en los capilares de una zona. Esto puede ser
regional por trastornos en la innervación segmental como por lesión de
un nervio espinal después de prolapsos de disco, como puede ser
generalizado por trastornos de irrigación central con vigilancia general
disminuida.
Los experimentos de Ricker, las leyes de las diferentes etapas
Las
observaciones comentadas hasta ahora de Ricker han de ser valoradas
como fisiológicas. A continuación presentaré la dependencia de los
vasos, la sangre, el intersticio y las células parenquimatosas del
estímulo patológico del vegetativo perivasal.
Como
ya vimos la situación fisiológica de la irrigación de un órgano es un
devenir cíclico entre una hiperemia y una isquemia ligera alternantes,
visibles al microscopio por un aumento o disminución del flujo sanguíneo
paralelo a una VD y VC de los capilares. Este estado fisiológico es
modulado o alterado experimentalmente por estímulos de diferente
magnitud con reacciones de los vasos del intersticio y de parénquimas
dependientes del vegetativo.
1ª Etapa. La fluxión o hiperemia verdadera
La
primera etapa de irritación del sistema nervioso perivasal lleva a una
dilatación persistente del segmento del vaso que recibió el estímulo con
su capilar con el resultado de una hiperemia verdadera, o sea un
aumento de flujo. Esto se acompaña de un aumento de intercambio entre el
intersticio, visible al microscopio por el aumento considerable del
flujo retrogrado de la linfa. Al suspenderse el estímulo regresa
rápidamente a la fluctuación o a los ciclos fisiológicos entre hiperemia
e isquemia. Esta primera etapa se lleva a cabo con estímulos ligeros
(0.5% a 1.5% NaCl, calor de 43 a 45°C, suprarenina 1:50
millones). Esta fluxión o hiperemia verdadera se lleva a cabo por una VD
activa después de estimular al PS perivasal.
2ª Etapa. Isquemia
Estímulos
medianos producen por irritación de los vasoconstrictores una
disminución en el calibre de arterias y capilares desde el sitio del
estímulo hacia la periferia. De ahí que disminuya el flujo en este
segmento, arterial, capilar y venoso. Con un aumento ligero del estímulo
se presenta una oclusión de arterias y capilares con un paro del flujo
arteriovenoso. Esto lleva a una mínima perfusión e isquemia del tejido
irrigado. No se observa salida de plasma o células. La necrosis no surge
de la isquemia (estrechamiento de vasos y capilares) sino sólo de la
estasis (ampliación del capilar hacia la periferia y estrechamiento
hacia central). Este estímulo medio se logra con 2% de NaCl, 47°C,
suprarenina 1:100 mil. Al suspender el estímulo se retoma por un periodo
corto al ciclo fisiológico de hiperemia e isquemia alternamente. Un
subsiguiente aumento del estímulo produce una dilatación de los
capilares por no irritabilidad o incapacidad de los constrictores.
Esta
hiperemia que se caracteriza por la falta de respuesta de los
constrictores se denomina pre-estasis, donde vemos una leve
leucodiapedesis de pequeñísimas venas seguida de salida de plasma y de
eritrodiapédesis de los capilares.
3ª Etapa. La Estasis
Estímulos
fuertes del S perivasal o estímulos medianos persistentes inhiben desde
el sitio del estímulo hacia la periferia la actividad de los
vasoconstrictores. Ya no responden a la adrenalina la intensidad del
estímulo es ligeramente superior al que produce la isquemia. Los
vasodilatadores que responden todavía lleva a una VD hasta que estos,
por el estímulo intenso, dejan de responder. Al persistir el estímulo
fuerte se empieza a producir una VC del sitio del estímulo hacia
proximal. Después de un aumento inicial en el flujo paulatinamente, éste
disminuye hasta que la columna de sangre se deja de mover. El estado
antes de la completa falta de flujo se conoce como pre-estasis; la
suspensión de flujo como estasis; al disminuir el estímulo y registrarse
flujo sanguíneo de nuevo se conoce como post-estasis. Ricker denomina a
la pre-estasis y a la post-estasis como situaciones de peri-estasis, y
tienen una enorme relevancia clínica ya que en estas fases se lleva a
cabo tanto la salida de plasma como la eritro y leuco diapedesis.
Clínicamente se entiende como:
- Salida de plasma: formación de edemas, derrames en cavidades preformadas (articulaciones, pleura, peritoneo)
- Eritrodiapedesis: sangrados petequiales hasta infartaciones
- Leucodiapédesís: base de la reacción inmunológica celular (supuraciones)
Junto
a estas observaciones que más adelante nos explicarán los cambios en el
intersticio, Ricker observó una forma de reacción decisiva para la TN
del vegetativo: su capacidad de ser engramable. Este
fenómeno es la condición básica en la patogénesis de una enfermedad, la
que transcurre a través del Sistema Nervioso. Un traumatismo, ya sea por
lesión o enfermedad, tiene la posibilidad de trastocar la función
nerviosa tanto en forma regional como sobre-regional, disminuyendo el
umbral de manera que el estímulo fisiológico se convierte o se registra
en estímulo patológico, lo que puede disparar o mantener a una
enfermedad crónica. Por la distribución ubiquitaria retroalimentadora
del vegetativo y las relaciones globales anatómicas, este estado de
irritación es capaz de mantener estímulos irritativos en cualquier sitio
cerca o lejos del evento primario que a su vez es la base para las
enfermedades focales o interferentes que conocemos. Con esto en forma
experimental no sólo se demuestran las bases del vegetativo y de
enfermedades crónicas sino sobretodo las bases para las enfermedades por
focos o campos interferentes.
La
engramabilidad del vegetativo también se puede llevar a cabo en forma
inversa usando anestésicos locales que pueden eliminar el estado
irritativo patológico del vegetativo normalizando la función de la
membrana por mucho más tiempo que el efecto anestésico. La causa de
esto se debe a que el efecto del A.L. es el de estabilizador de la
membrana; en el caso de la procaína, por un metabolito, PABA. Esta es la
condición básica para el efecto terapéutico de A.L. o sea, la base de
la TN.
Los A.L. tienen un efecto regulador sobre las funciones vegetativas.
Este suceso es equiparable al concepto de medicina de regulación,
restaurándose procesos funcionales a través de mecanismos propios del
organismo con regulaciones óptimas, clínicamente la salud.
Conexiones entre los resultados experimentales de Ricker y la medicina clínica:
Si
tomamos los tres pilares de la patología de Ricker y los traducimos en
su relevancia clínica se dan amplios aspectos en la influencia
terapéutica con ayuda de la TN.
a) La Fluxión de hiperemia verdadera
Este
estado producido por estímulos leves y que tiene como consecuencia una
mejor perfusión del tejido tiene mucha validez terapéutica ya que con la
hiperemia regional y/o sobre-regional se pueden eliminar pronta y
duraderamente muchas manifestaciones patológicas.
Si se trata de una mejoría en el transporte de productos de desecho metabólico, mayor necesidad de O2,
energía o elementos para el metabolismo celular, el aumento energético
del metabolismo, la reparación de tejido dañado, el desarrollo más
diligente de procesos inflamatorios específicos o inespecíficos, o
alteración en el curso de enfermedades degenerativas, todos y muchos más
procesos relevantes clínicos son influenciados específicamente con un
proceso, la hiperemia, que es un mecanismo propio del organismo, en
contraposición a las posibilidades de la medicina clásica, que usa
medicamentos de alta especificidad con acciones globales básicamente
supresivos o con terapia de sustitución.
La
hiperemia producida permite el tratamiento del dolor, en donde la causa
la encontramos en irritaciones de fibras sensibles al dolor, ya sea por
cambios en el pH que es dependiente de la perfusión del intersticio o
por cambios en el umbral en estas fibras sensibles. De ahí que el uso de
A.L. sea idóneo para la terapia del dolor. El estímulo leve que es
necesario para producir una hiperemia regional se logra a través del
pinchazo de la aguja por un lado y en forma importante por uno de los
metabolitos del medicamento ideal para la TN, la procaína, que es el dietil-amino-etanol un alcohol que actúa en la parte PS del plexo perivasal.
De ahí que la procaína sea el único A.L. que produce en el sitio de la
aplicación una hiperemia, un efecto importantísimo en el tratamiento de
inflamaciones locales específicas.
b) La Isquemia
Ya
hemos dicho que estímulos medianos actúan sobre el S perivasal,
producen una VC del sitio del estímulo hacia la periferia, disminuyendo
la velocidad de flujo, bajando la perfusión y con esto la isquemia del
tejido. El resultado clínico es un aumento de desechos metabólicos
debido a la disminución del pH, acidez, con todos sus efectos sobre el
intersticio y sus componentes. Si persiste este estado, están dadas las
condiciones para que se geste una enfermedad inflamatoria degenerativa.
Clínicamente este estado lleva a una enfermedad crónica con datos de
inflamación, edema, aumento extravasal de células y de fibras, así como
neoformación de capilares y el proceso degenerativo, con la eliminación
progresiva del parénquima orgánico, y dependiendo de la función del
órgano, los consecuentes daños y síntomas clínicos, incluido el dolor.
La terapia causal y la consecuencia lógica es el uso de A.L.,
interrumpiendo al estímulo en fases tempranas, permitiendo una
restitución "ad integrum".
El mecanismo
terapéutico no sólo se debe a la interrupción de la irritación, que en
este caso sería la simpaticolisis, sino en forma paralela la
anteriormente descrita VD parasimpática, con el efecto inverso de la
isquemia. Este es el paso terapéutico causal, otra vez en base a
mecanismos del propio organismo, que sucede en un lapso muy corto de
tiempo y que en enfermedades producidas por campos interferentes permite
que se presente lo que se conoce entre los terapeutas neurales como el
fenómeno en segundos.
c) Éstasis, Pre-éstasis, Post-éstasis y Peri-éstasis
La
3ª etapa según estas leyes de sucesión, de acuerdo al estímulo en el
sistema vascular, intersticio y parénquima, es la continuación de la
isquemia y clínicamente es la interrupción de la perfusión por paro del
flujo sanguíneo.
Microscópicamente se observa una dilatación del sistema capilar y un estrechamiento arterial en dirección proximal al sitio del estímulo. El paro del flujo sanguíneo en capilares dilatados es la condición esencial de la trombosis, también sucumbe el intercambio entre el sistema vascular y el intersticio y se produce la necrosis tisular. Clínicamente esto corresponde al infarto en diferentes tejidos con todas las secuelas en la función orgánica, la sintomatología y sus efectos sobre todo el organismo. Si el estímulo intenso persiste por poco tiempo es improbable que se forme el infarto tisular y que lleve a curaciones defectuosas, pero podemos encontrar síntomas clínicos como p.ej. angina de pecho y ataques de isquemia transitoria.
Microscópicamente se observa una dilatación del sistema capilar y un estrechamiento arterial en dirección proximal al sitio del estímulo. El paro del flujo sanguíneo en capilares dilatados es la condición esencial de la trombosis, también sucumbe el intercambio entre el sistema vascular y el intersticio y se produce la necrosis tisular. Clínicamente esto corresponde al infarto en diferentes tejidos con todas las secuelas en la función orgánica, la sintomatología y sus efectos sobre todo el organismo. Si el estímulo intenso persiste por poco tiempo es improbable que se forme el infarto tisular y que lleve a curaciones defectuosas, pero podemos encontrar síntomas clínicos como p.ej. angina de pecho y ataques de isquemia transitoria.
El
estado de paro del flujo sanguíneo con capilares dilatados y arteriolas
contraídas se denomina pre-éstasis, en esta situación encontramos
trastornos importantes en el intercambio de diferentes sustancias entre
el sistema vascular y el parénquima orgánico a través del intersticio
con los cambios ya descritos como leucodiapédesis, edema y
eritrodiapédesis.
Estos cambios intersticiales los
encontramos con mayor evidencia en la post-éstasis, o sea, en el estado
después del paro del flujo sanguíneo, al reiniciar la circulación
después de que el estímulo intenso haya cesado. Los síntomas clínicos y
los cambios microscópicos son más marcados en esta fase.
El
estado patológico de la circulación no se lleva a cabo en forma tan
lineal o sistemática como fue descrito. Con mucha frecuencia se forma un
círculo vicioso en donde el estado patológico migra de pre-éstasis «
éstasis « post-éstasis y se reinicia o invierte. A esta situación Ricker
le llamó peri-éstasis. La correlación clínica de esta peri-éstasis
correspondería a una infección purulenta como una sinusitis, neumonía,
enteritis, anexitis o artritis. Estos estados inflamatorios no sólo
presentan secreción pútrida sino también tienen cambios tisulares
necróticos por la pasajera etapa de la éstasis. Estos procesos
enunciados por irritación perivascular gestan experimentalinente las más
variadas enfermedades y la terapéutica causal debe incidir sobre ellos.
El estímulo irritativo es interrumpido por la simpaticolisis que
produce el A.L., al mismo tiempo el metabolito de la procaína
(dietilaminoetanol) estimula al PS produciendo una VD con hiperemia.
Así se describe esta terapia causal que aprovecha o se apoya en mecanismos propios del organismo.
El sitio de aplicación del A.L. debe ser lo mas próximo al sitio de irritación,
no solamente para apagar al estímulo en el lugar sino para que
establezcan su nueva homeostasis. Tanto en enfermedades agudas como en
crónicas se puede eliminar el estado de irritación con un A.L. con la
terapia de segmento, así como el tratamiento de uno o varios campos
interferentes. Lo decisivo de esta terapia es encontrar el lugar de la
primera irritación para tener un efecto terapéutico, y así hacer una
terapia causal. Si se contempla la patología de Ricker en relación a su
uso clínico, o sea la aplicación de ésta experimentación con relación a
su uso clínico vemos que hay un inmenso número de indicaciones para la
TN según Huneke. No queremos ver todas las enfermedades tratables con
éste método sino sólo las posibilidades según éste principio.
Tomando en cuenta las tres etapas o leyes podemos diferenciar en grupos de terapia, que no se orientan en cuanto a las especialidades médicas ortodoxas sino en la fisiopatología del vegetativo:
Tomando en cuenta las tres etapas o leyes podemos diferenciar en grupos de terapia, que no se orientan en cuanto a las especialidades médicas ortodoxas sino en la fisiopatología del vegetativo:
- Enfermedades degenerativas. P.ej: aparato locomotor, órganos internos, sistema nervioso, sistema vascular, piel y mucosa
- Enfermedades infecciosas bacterianas, virales, micosis inespecíficas
- Enfermedades con el síntoma cardinal dolor. P.ej: neuralgias, cefaleas, dolores orgánicos y del aparato locomotor, dolores fantasmas, etc.
- Combinaciones de la a) a la c)
- Bloqueos de la regulación por campos interferentes
Todas
las áreas mencionadas son altamente asequibles por la TN, y el concepto
de tratamiento es el mismo, diferido en la táctica terapéutica que en
cada caso deberá de ser individual. La individualidad de cada caso
depende de las relaciones causales en cada enfermo, que en el marco de
la Historia Clínica, la exploración y a través del diagnóstico
neuralterapeútico se tendrán que encontrar individualmente.
El Neuralterapéutico
La elección de un A.L. para la TN es de suma importancia.
- No solamente es importante la interrupción corta del estímulo, sino también la VD que lleva a la hiperemia y a una rápida normalización del tejido
- La interrupción corta de la transmisión es importante para permitir una temprana regulación del organismos neuro-fisiológicamente
- No tiene sentido interrumpir la transmisión por mucho tiempo como lo hacen anestésicos modernos
Las cualidades se encuentran representadas en forma óptima en procaína
al 1%, la cual en poco tiempo se metaboliza en dietilaminoetanol y
ácido para-amino-benzoico, que estabilizan a la membrana e
impermeabilizan a vasos por el PABA. Otra vez vemos que los resultados
experimentales de Ricker se traducen en forma clínica óptimamente con la
procaína.
Resumen
La
TN desarrollada en forma empírica nos da el marco técnico y táctico,
mientras que la patología relacional de Ricker nos da las bases
científicas. El hecho que ambas se desarrollaran en épocas diferentes,
le da a la TN una base científica sólida y a la patología relacional de
Ricker la confirmación clínica de la veracidad y aplicabilidad de los
resultados experimentales. La concepción vigente hasta la fecha de la
acientificiad de la TN en la medicina ortodoxa pierde su fundamento con
Ricker desde 1924. En este contexto es vergonzosa la insistencia de la
ignorancia que descalifica en total desconocimiento de estas relaciones.
La TN Huneke es en esta época de la cibernética, una terapia moderna
basada en un modelo biocibernético que con sus 75 años sigue estando a
primera línea de la actualidad.
Permítanme, finalizada mi exposición, repetir las palabras del fisiólogo Hering: "El sabio uso del sistema nervioso vegetativo llegará a ser algún día una parte importante de la terapéutica". Esta profecía se ha convertido en realidad. Los resultados ya no medibles hoy en día de la TN son prueba de esto. La física moderna empieza a descubrir los fundamentos, mucho después del descubrimiento de la TN, que pueden confirmar sus bases. Esto y el vivir a diario la fisiología y la patofisiología del vegetativo en la práctica hace parte de la conciencia del neuralterapeuta.
Permítanme, finalizada mi exposición, repetir las palabras del fisiólogo Hering: "El sabio uso del sistema nervioso vegetativo llegará a ser algún día una parte importante de la terapéutica". Esta profecía se ha convertido en realidad. Los resultados ya no medibles hoy en día de la TN son prueba de esto. La física moderna empieza a descubrir los fundamentos, mucho después del descubrimiento de la TN, que pueden confirmar sus bases. Esto y el vivir a diario la fisiología y la patofisiología del vegetativo en la práctica hace parte de la conciencia del neuralterapeuta.
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